~Episodio 2x02: Adrift ~ Gracias a
zirconio
Comenzamos con la angustia en el
mar. Entre los restos de lo que fue la balsa, Michael llama desesperadamente a
su hijo Walt, a la vez que Sawyer le busca a él mismo y a Jin. Con mucho
esfuerzo, Sawyer logra nadar hasta uno de los restos de la balsa que aún flota
entre las llamaradas de la explosión mientras contempla la locura en la que se
ha sumergido su compañero de naufragio. Los llamamientos de Michael le agotan
hasta sumirle en una pérdida de conocimiento en medio de la nada, empezando a
hundirse y a ahogarse. Sólo la actuación de Sawyer, que ha llegado hasta allí
remando con sus propios brazos le libran de una muerte segura, cuando le iza a
un puñado de troncos que flotan entre la catástrofe. Nos despedimos de la
escena, con Michael inconsciente intentado ser reanimado por Sawyer.
En una vuelta atrás nos encontramos
de nuevo con la exterior de la escotilla donde Locke contempla como se acaba de
apagar la luz que “se ha llevado” a Kate. Desbordado por los acontecimientos
Locke mira a su alrededor buscando una alternativa para ayudar a su amiga. La
solución que encuentra es atar la liana de cables de la que se estaban
sirviendo de una árbol cercano, para descender él mismo por la misteriosa
chimenea.
De nuevo la barca. Golpes en el
pecho de Michael para tratar de reanimarle, pero éste no responde, mientras
Sawyer recurre a un boca a boca como último recurso para retornarle a la vida.
Por fin Michael, mediante un espasmo, vacía sus encharcados pulmones dándose
cuenta de que todo es cierto y que Walt ha sido secuestrado.
FLASHBACK Vemos a Michael en Nueva
York, en el despacho de un abogado, donde ambos valoran la situación de la
custodia de Walt. El abogado le explica que su exmujer desea que su nueva pareja
adopte al niño, con lo que Michael debería renunciar al él. Michael insiste
en que el abogado utilice todos los medios legales para que eso no suceda, pero
para su sorpresa, el letrado le advierte de que todo eso le costará mucho
dinero, y que si está seguro de querer seguir adelante. Michael contesta que
nadie se llevará a su hijo,
En la balsa Michael no ceja en su
empeño de gritar para que le oiga su hijo, pero Sawyer aplica un poco de
cordura diciéndole que ya nadie puede oírle. Aunque están en medio del mar en
la más completa oscuridad, Michael no hace caso y sigue gritando.
Una nueva visión de la escotilla
que no habíamos visto, esta vez con Locke recién llegado al pie de la chimenea
comenzando a andar por un túnel que sale de ella. Sorprende que hay mucha
iluminación eléctrica, pero a la vez parece húmedo y tenebroso. Locke se
quita los zapatos para andar con más sigilo y sigue investigando: Ve
ordenadores y una extraña marca corporativa octogonal en un registro de la
pared. En el centro se lee
“Dharma”. En el paseo vamos descubriendo más detalles, como una lámpara de
lava, un grafitti en la pared, alguien juega al tenis de mesa... La decoración
no es actual, parece anclada hace más de veinte años. Tras una ventana hay un
gran foco que hace las veces de sol, y... aparece Kate, en el suelo y aún
aturdida trata de avisar a Locke de que tenga cuidado. Tras ellos descubrimos al
personaje que ya vimos en el episodio anterior,. Armado y apuntando a los dos,
pregunta a Locke si él es “Él”
En la balsa es ahora Sawyer el que
llama a Jin y Michael el que aterido de frío pide ahorrar fuerzas. En un giro
de la conversación Michael culpabiliza a su compañero de haber perdido a Walt
a obligare a disparar la bengala, a lo que Sawyer, con la patente herida en el
hombro responde que Walt estará mejor que ellos. En ese momento algo toca la
parte sumergida de la balsa y los dos protagonistas se ponen más nerviosos. Se
ve claramente que es un tiburón. Sawyer saca la pistola mientras Michael le
advierte que no funcionará dispararle a lo que les esté atacando. Sawyer no
está de acuerdo y comienza a preparar el arma, pero cuando comprueba si las
balas están secas, el tiburón golpea de nuevo y casi todas le se caen al mar.
Dándose cuenta de que les rodea un tiburón, Michael culpa a Sawyer de su
presencia al estar sangrando por la herida del hombro. Frustrado por el
comentario, Sawyer recuerda el motivo de su herida y comienza a remar con sus
brazos para alcanzar otro resto de la barca. Cuando lo logra, se tira al agua
para subir al montón de restos flotantes para finalizar recordando a Michael
que le hirieron porque trataba de salvar a su hijo.
FLASHBACK. Estamos en una reunión
de abogados donde las dos partes tratan la custodia de Walt. Una incisiva
abogada hace preguntas a Michael sobre el niño. Michael se molesta por la doble
intención de algunas de ellas. La abogada trata de demostrar la insolvencia de
Michael al echarle en cara que fue Susan, su exmujer, quien costeó el
tratamiento que recientemente le mantuvo en el hospital. Michael sigue
evidenciando que no sabe demasiado de su hijo para pedir su custodia, pero él
replica que es su padre.
Otra vez en la balsa, Sawyer hace
algo truculento. Ante los ojos de Michael se trata que extraer la bala del
hombro, contando sólo con sus propias manos. Ni siquiera en esas circunstancias
dejan de discutir, hasta que Sawyer, aunque colmado por el dolor, logra su propósito,
tirando la bala al mar.
En la escotilla (ya lo podríamos
llamar búnker) el desconocido sigue apuntando a Locke y Kate e insistiendo si
Locke es “Él”. Locke le contesta que sí, y el desconocido, relajado,
replica su incredulidad; Seguidamente pregunta sobre la identidad de Kate, y
Locke la acoge ante el nuevo personaje; Éste muestra desconfianza y hace una
extraña pregunta ¿qué le dice un muñeco de nieve a otro?. Locke,
estupefacto, demuestra que le ha mentido y el desconocido se pone de nuevo en
guardia acusando a Kate de llevar un cuchillo. Para darle confianza, Locke tira
el cuchillo de Kate; Ambos empiezan a contarle el accidente del avión, pero el
desconocido les obliga a andar por el búnker tras lo que busca una cuerda y
obliga a Kate a atar a su compañero. Sorprendentemente Locke argumenta que él
no es el peligroso porque sólo trabaja en una empresa de cajas, sino ella, que
es una fugitiva. El hombre armado accede, pero en un
momento de despiste Locke entrega algo a Kate, tras lo cual, obligado, la
introduce en otra habitación.
En otro contexto, en las cuevas,
vemos a Jack como se prepara para ir a la escotilla, y a Hurley como le replica
que eso no era lo previsto. En el mismo plano Claire pregunta a Charlie, que está
con Aarón, qué está pasando y éste
contesta que Jack va a hacer algo heroico; A la primera no le hace demasiada
gracia. Tras ello le encuentra una de las vírgenes de porcelana que encontró
en la avioneta, con lo que Charlie se pone nervioso y le devuelve al bebé para
que no siga investigando.
En el mar los dos trozos de balsa
donde flotan Sawyer y Michael, se desplazan juntos en la misma corriente. Sawyer
reflexiona sobre los desconocidos que les atacaron y cree que no venían de muy
lejos por el aspecto de la barca, probablemente de la misma isla; A continuación
sentencia que el niño que decía Rousseau que buscaban no era el bebé, sino
Walt. Eso enfurece a Michael, y en un ademán suyo, separa los troncos sobre los
que se apoyaba Sawyer, tirándole al mar sin ayudarle a subir a sus propios
restos, cosa que finalmente logra a pesar de su hombro herido y de que el tiburón
sigue rondándoles. Se percibe la tensión entre los náufragos, obligados a
convivir en una situación límite.
FLASHBACK. Continuando en una
habitación aparte del mismo despacho de abogados. Vemos como Susan le dice a
Michael que quiere hablar a solas con él acerca de Walt. La madre cree que va a
perder y le pregunta al padre porqué hace todo eso, porque su situación económica
(la de Michael) no es buena y ella puede darle todo al niño, en Europa; Añade
que él debe priorizar y ocuparse antes de si mismo.
En el búnker vemos a Kate
intentando zafarse de sus ataduras y finalmente lográndolo, en parte gracias a
lo que le había dejado Locke: una navaja. Tras incorporarse, palpa la pared
hasta que topa con un interruptor que enciende una luz en la habitación. Y lo
que ve es... toda una despensa, llena hasta los topes. Para su incredulidad Kate
se encuentra entre kilos y kilos de comida envasada y lista para ser consumida.
Hay de todo tipo y todo lleva la marca corporativa que antes vio Locke en la
pared. En el techo hay una rejilla de ventilación que intenta alcanzar, para lo
cual coloca debajo una de las cajas que allí están, pero en ese intervalo Kate
queda abducida por la visión de una chocolatinas; Tras mes y medio en la isla
no se resiste a catar una, guardarse otras y continuar con su labor de alcanzar
el conducto de ventilación, al que finalmente llega.
En otra parte del búnker está
Locke relatando el accidente al desconocido. Ambos se presentan, el morador de
la escotilla, ya lo sabíamos, es Desmond. Se intercambian diferentes datos,
como cuantos supervivientes hay, el tiempo que pasa Desmond allí, si hay otra
salida... Desmond pregunta cuanta gente ha caído enferma y se extraña de que
la respuesta sea que nadie.
En ese momento se unen las dos
escenas del búnker y pasa algo extraño. Se empiezan a oír unos pitidos metálicos
que alertan a Desmond. Locke es obligado a levantarse y a sentarse ante un
ordenador con la indicación de escribir sólo lo que se le ordene. Ese no es un
ordenador nuevo, tiene varios años de antigüedad, con un teclado pequeño y
una pantalla de fósforo verde. En ese momento vemos un marcador de tiempo que
señala algo menos de tres minutos. Desmond le da indicaciones para que Locke
escriba... 4, 8, 15,... se pone nervioso, ha oído algo en el túnel, 16, 23,
42. Ahora Locke debe pulsar el botón “Ejecutar”. Locke ve los números en
la verdosa pantalla y duda si seguir las órdenes al no saber qué va a pasar.
Finalmente accede y el temporizador se coloca en 108 minutos. Desmond se relaja
justo hasta que oye una voz que llama a Kate. Es la otra visión del anterior
capítulo cuando Jack entra en la escotilla. Desmond se pone nervioso y lleva
Locke hasta el telescopio que usa para vigilar el túnel, donde puede ver a Jack
avanzar por el mismo. También ve que lleva una pistola, por lo que se pone a la
defensiva. Para despistar al intruso, Desmond pone música a todo volumen en un
tocadiscos de vinilo. En ese momento vemos a Kate avanzar por el conducto de
ventilación, a la vez que ve a Jack transitar por el túnel. Ella le llama sin
que éste le oiga, aclarando el misterio de la voz casi inaudible del anterior
capítulo. Hemos llegado al mismo momento cumbre que en el pasado episodio,
donde Jack en la sala de
ordenadores es prevenido por Locke, el cual es apuntado por Desmond, pero en
esta ocasión lo vemos todo desde el punto de vista de Kate, desde el interior
el conducto de ventilación, a la que Desmond casi acierta inconscientemente al
hacer el disparo de advertencia. Volvemos a acabar la escena sobrecogidos al
contemplar cómo Jack reconoce a Desmond.
La corriente sigue arrastrando a los
dos náufragos que se topan en medio de la oscuridad con uno de los flotadores
de la barca, al que se acercan por considerarlo más seguro que sus simples
troncos de bambú. Ante el ímpetu de sus brazadas, Sawyer rompe lo que quedaba
de seguro en su parte flotante y no le queda más remedio que intentar llegar al
flotador. El tiburón vuelve a entrar en escena mientas Sawyer le presta el arma
a Michael pidiéndole que la use si aparece el escualo. En una escena de máxima
tensión vemos como Sawyer nada unos pocos metros con un sólo brazo en uso,
mientras que el tiburón se dirige a él desde abajo. En un momento determinado,
la aleta aparece en la superficie y Michael le apunta y dispara, pero el arma se
ha mojado y no funciona. El tiburón
va a alcanzar a Sawyer mientras que Michael intenta arreglar la pistola, cosa
que finalmente logra para inmediatamente comenzar a disparar de forma
indiscriminada; Tras unos intentos fallidos y a falta de unos centímetros para
dar alcance a Sawyer, el tiburón es cazado por Michael como muestra la explosión
de sangre que produce. Agotado, Sawyer está a salvo en el flotador al que también
llega Michael tras bracear en sus troncos. Ambos se ayudan para subir y caen
agotados tras la aventura.
FLASHBACK. Vemos a Michael en un banco de un parque, esperando con una
bolsa. Llegan Susan y Walt. Se van despedir. Se ve al niño, casi un bebé,
temeroso porque no conoce a su padre, y Michael duda en decírselo; Para romper
el hielo Michael le regala un oso blanco de peluche, pero se ve al niño incómodo.
Michael hace un esfuerzo por acercarse a su hijo, sin llamarle así, y le dice
que no van a verse, pero que le cuidarán. Finalmente se atreve y le dice que él
es su padre y que siempre le querrá mucho. Michael le da a Susan el oso y le
pide que hable a Walt de él. Ella asiente y se despiden alejándose por el
parque.
Ya
ha amanecido en el mar, donde el flotador de lo que fue la balsa porta a dos
desconsolados supervivientes del ataque de los desconocidos en la noche
anterior. Sawyer se duele de su herida de bala en el hombro y Michael llora y se
culpa de la pérdida de Walt, para seguidamente prometer que lo encontrará de
nuevo. Sawyer mira a la derecha y comprueba con incredulidad que la corriente
les ha devuelto de nuevo a la isla. Les vemos en la playa, cansados se dejan
caer sobre la arena cuando una voz familiar les llama a gritos. Tras unas
palmeras aparece corriendo Jin, con las manos atadas a la espalda. Cuando llega
hasta ellos, sólo acierta a decir de manera atropellada: “otros, otros”,
mientras los tres miran hacia el borde de la playa y ven aparecer varias figuras
humanas, desaliñadas, armadas con palos y troncos, que se dirigen hacia ellos
con intenciones poco amistosas.