~Episodio 2x07: The other 48 days ~ Gracias a
zirconio
El comienzo no puede dejar indiferente a nadie: Reina la
calma en una hermosa y paradisíaca playa tropical, hasta que nos alerta un
zumbido sordo. Inmediatamente comenzamos a ver caer restos del cielo, para a
continuación contemplar cómo la cola del vuelo 815 de Oceanic se precipita
contra el mar. Treinta segundos alucinantes.
DIA 1.
El agua es un caos donde flotan
restos del avión, cadáveres, y supervivientes que tratan de llegar a tierra.
Los gritos de los accidentados descentran al espectador, mientras vemos cómo
Ana Lucía ha logrado ascender hasta la superficie intentando tener conciencia
de la situación. Logra llegar a la orilla, donde la vemos mezclada con caras
que pronto serán familiares. No se resigna y vuelve a arrojarse al agua para
ayudar a sus compañeros, dentro del caos donde se oyen gritos agonizantes un niño
llama a su hermana que flota boca abajo en el mar. Es la primera ocasión en la
que podemos ver a Eko dar muestras de su generosidad al acudir al rescate de la
pequeña, a la que recoge sin asomo de vida para depositarla en el suelo y
tratar de reanimarla. Es Ana Lucía la que dejando a otro herido en la arena,
acude a la niña para practicarla primeros auxilios sin que den resultado ante
la mirada de su pequeño hermano. Eko de nuevo trata de proteger al niño alejándole
de la escena en la que la niña ya no responde a ningún estímulo de reanimación.
Es una espera agobiante, pero por fin, y gracias a la perseverancia de Ana Lucía,
la pequeña Emma vuelve a la vida para preguntar dónde se encuentra su madre
que la tenía que recoger en Los Ángeles; Ana Lucía se abstrae del horror que
la rodea, para tratar de tranquilizarla, mientras vemos como los restos de la
cola del avión se hunden definitivamente en el océano.
En la desesperación los
supervivientes tratan de asumir la realidad. Eko se dirige a Cindy para pedirla
que tutele un rato a los dos niños mientras él se encarga de llevar a tierra
los cadáveres que aún flotan en el agua; En la arena, los que pueden valerse,
ayudan a los heridos, y allí podemos ver como Libby distrae a un pasajero con
la pierna fracturada para colocársela en su sitio por medios “de urgencia”.
Ana Lucía y ella se empiezan a conocer y nos enteramos de que Libby es psicóloga
¿y la primera?; En ese momento un hombre sale gritando de la selva pidiendo
ayuda para alguien que aún está vivo. La respuesta es la carrera de Ana Lucía
y el desconocido hasta llegar a un árbol donde Bernand ha caído, aun sentado
en su asiento, y donde preso del pánico se encuentra colgado a varios metros
del suelo; Ana Lucía le invita a tranquilizarse para salir de la situación, y
a agarrarse a una rama cercana. El hombre, asustado por la visión del cadáver
que le acompaña, duda de sus posibilidades, pero al final y en un equilibrio
imposible, logra asirse al árbol mientras el resto de los asientos se
precipitan contra el suelo. Acabamos con una visión de Bernard a modo de koala,
sustentándose a la rama que le ha salvado la vida, mientras Ana Lucía sube a
ayudarle.
Ya más tarde, y consciente de
su suerte los supervivientes deambulan por la playa: Eko con los niños, Libby
atendiendo a los heridos, y el hombre que salió corriendo de la selva, tratando
de encender fuego con dos ramas secas. Ana Lucía intercambia unas palabras con
él acerca de su habilidad. El desconocido es Goodwin.
Ya por la noche Bernard se
dirige a Eko para preguntarle sobre su suerte en la recogida de los cadáveres
de la playa. Busca a su mujer; Es aquí donde empezamos a ver el misticismo de
Eko al rezar por todos los que no han tenido su misma suerte.
Más tarde todos duermen con la
sola compañía de la hoguera encendida como señuelo. De repente los ruidos de
un forcejeo en la selva llegan hasta la playa para despertar a varios
supervivientes. Efectivamente parece una lucha y Goodwin es el primero en salir
corriendo hacia allí seguido de Ana Lucía. Cuando llegan al lugar origen de
los gritos, el espectáculo es dantesco: Hay dos hombre muertos en el suelo y
Eko aparece cubierto de la sangre de éstos. Ha tenido que luchar con una simple
piedra para defenderse. En su ataque, los desconocidos trataban de secuestrarle.
DÏA 2
El aspecto de Eko es tremendo, aún
cubierto de sangre que contrasta con su blanca camisa; Mientras Ana Lucía
investiga a los dos cadáveres de los que atacaron al negro. No portan nada ni
es posible identificarles ¿quiénes son? A esas alturas Eko está sumido en un
profundo silencio culpable, a causa de lo sucedido. Para tensar más la situación,
aparece otro de los supervivientes avisando de la desaparición de al menos tres
compañeros, parece ser que en el mismo ataque que sufrió el propio Eko. El análisis
de la situación lo hace Ana Lucía para deducir que los atacantes estaban en la
isla antes que ellos. La rama defensiva que sostiene Eko es la metáfora que
resumirá los próximos días. Ante la evidente inseguridad que les acecha, Ana
Lucía propone abandonar la playa, pero el personaje anterior la apela para
afirmar que eso es muy complejo a causa de los niños y sobre todo, los heridos,
que deben estar en la orilla esperando el rescate. Quien habla es Nathan,
Goodwin quien le apoya, y Ana Lucía quien piensa lo contrario que ambos
apelando a las tecnologías de localización del avión. En ese momento
interviene Cindy para dar cuenta de la cruel realidad; relata como el piloto sabía
que estaban fuera de la ruta, que tenían problemas, y que debían volver. La
resignación se apodera de ellos.
DÍA 3
En la playa una impuesta rutina
se apodera de los supervivientes: Goodwin enciende fuego, otros recogen algo que
comer en la arena y Ana Lucía trabaja con una lona. Libby se le acerca para
ponerla al día del empeoramiento de Donald, el hombre de la pierna fracturada,
pero Ana Lucía se siente impotente. No puede ayudarle
DÍA 5
Somos testigos del entierro de
Donald, dentro de un improvisado cementerio donde ya hay demasiadas tumbas que
acompañan a los que aún subsisten tras el desastre.
DÍA 7
Vemos los recursos de un grupo
de supervivientes, mientras tratan de dar caza a una gallina salvaje; Finalmente
lo logra Goodwin, para seguidamente darla muerte. En la comida posterior podemos
ver la soledad en el silencioso auto-castigo de Eko. Libby trata de dar pie a
una conversación ofreciendo pollo al fortachón y hablándole de que su acción
fue en legítima defensa. Eko sigue sin hablar.
DÍA 12
Los supervivientes preparan
armas artesanales para tratar de cazar en la selva. Los niños se han relajado y
hasta juegan en la arena. En ese momento Nathan aparece desde la selva, ya que
viene del “baño”. Ana Lucía le recrimina su acción por su propia
seguridad, y por la de todos.
Ya por la noche todo duermen en
paz, cuando nos percatamos de la nueva presencia de desconocidos. Gente
desarrapada y descalza que de pronto atacan a los supervivientes, capturando en
primer lugar a los dos niños que plácidamente duermen junto al fuego. El caos
se extiende entre los presentes; No sólo han atacado a los dos hermanos, sino
que otros náufragos también han sido capturados en la oscuridad; Gritos,
empujones, desconcierto en todas partes hasta que Ana Lucía carga contra uno de
los desconocidos para tirarle al suelo y luchar con él a cuerpo abierto; Todo
hasta que agarra una piedra y golpea en la cabeza al intruso hasta dejarle fuera
de sentido. Libby y otros aparecen corriendo para confirmar que hay compañeros
que han desaparecido. Ana Lucía trata de orientarse y buscar a los
secuestrados, incluso tratando de reanimar a quien le ha atacado, pero ya es
tarde, es una chica y está muerta. Desesperada, Ana Lucía la cachea y
encuentra un cuchillo en el cadáver. También una nota que no pueden creer los
allí presentes: Es el listado de todos y cada uno de los nueve supervivientes
que han sido secuestrados.
Más tarde, esa misma noche,
tratan de encontrar el rastro de los secuestrados, sin tener suerte en el
intento. La impotente desesperación se vuelve a presentar, enfrentando a compañeros
de viaje en una situación fuera de lo normal. La visión de la lista
descriptiva y detallada que han encontrado en el cuerpo de la mujer que les atacó,
hace pensar a Ana Lucía que hay un infiltrado en el grupo; Sus sospechas recaen
sobre Nathan, que desapareció el día anterior durante un rato. El acusado se
defiende, hasta que media Goodwin para poner paz apoyado por Bernard. La tesis
de abandonar la playa vuelve a aparecer y Goodwin cambia de opinión de tener el
fuego encendido. Es evidente que Ana Lucía sospecha de Nathan.
DÍA 15
Los supervivientes caminan por
la isla, en la selva, buscando un lugar más seguro; Al pasar por un río Nathan
se acerca a beber agua y a la orden de Ana Lucía todos se toman un descanso. Ya
sólo quedan siete. Nathan manifiesta la opinión, que finalmente es secundada,
de que tras tres días andando aquel parece un buen sitio para asentarse. Se
quedan allí.
DÍA 17
Ana Lucía cava un agujero con
una precaria azada. En ese momento Libby se le acerca para comentarle su temores
acerca de la actitud de Nathan. Tiene miedo por si es un infiltrado. Ana Lucía
está cavando por sí acaso...
DÍA 19
Bernard y Nathan trabajan en una
trampa para animales cuando Ana Lucía se acerca propinándole una patada en la
cara al segundo de ellos, dejándole inconsciente. Seguidamente le arrastra
hasta el agujero-prisión que ya conocemos y que ella misma ha construido, y le
arroja allí, sin hacer caso de los gritos de su compañero. Al volver con el
grupo relata que Nathan no iba en el avión, pero Goodwin le defiende hasta que
aparece en escena Cindy que en su condición de azafata del vuelo, ratifica la
opinión de la primera. Hay un intercambio de impresiones entre todos, para que
finalmente Ana Lucía determine que va a conocer la verdad. Ante todo esto, Eko
sólo responde con su silencio.
Ya por la noche, Ana Lucía
vuele al agujero para preguntar a su prisionero sobre el paradero de los niños
secuestrados. Nathan no responde hasta que le pregunta sobre su origen: Es de
Canadá y estaba en Australia de viaje de placer. Sus continuas justificaciones
no convencen a Ana Lucía, que le vuelve a dejar encerrado toda la noche.
DÍA 23
Continúa en interrogatorio sin
que Nathan responda. La situación de los niños es la principal preocupación
de la carcelera, hasta que ve algo que la llama la atención en el fondo del
agujero sobre el que está sentado Nathan. Con una piedra que le arroja le
obliga a moverse, y puede contemplar una piel de plátano, resto de la comida
que alguien le ha proporcionado.
Al volver al grupo, furiosa
quiere saber quién es el responsable de aprovisionar a Nathan, culpando en
primer lugar a Bernard. La conversación parece justificar que el prisionero es
el infiltrado. En la sospecha, hasta Eko es un candidato, que sigue sin soltar
palabra. Un poco más tarde, mientras Ana Lucía bebe en el río, aparece
Goodwin para mostrarle su preocupación por ella y por el prisionero, intenta
también encontrar su motivación para comportarse así, y concreta que no son
salvajes y que deben soltar a Nathan. Ana Lucía acaba la conversación con el
adelanto del daño que va a infringir al prisionero al día siguiente: Le cortará
un dedo. Goodwin se queda reflexionando.
Por la noche Nathan sigue
despierto en el agujero cuando se presenta Goodwin y le abre la reja de bambú
para liberarle. Dice hacerlo porque tiene miedo de que Ana Lucía le haga daño,
tras lo cual le da comida y le invita a irse. Cuando Nathan se convence de que
debe huir y sale corriendo, Goodwin le agarra desde atrás y sorprendentemente
le asesina rompiéndole el cuello.
DÍA 24
Por la mañana vemos desperezándose
a Ana Lucía junto con Goodwin, cuando aparece corriendo Cindy contando que el
prisionero ha desaparecido. En ese momento la situación vuelve atrás, pensando
que han sido localizados. Deben volver a huir. La mirada de Goodwin ya no
significa lo mismo que antes.
DÍA 26
Sigue la caminata, ya sólo de
los seis compañeros, hasta que tras atravesar la jungla, llegan de nuevo al
mar. Las miradas siguen sin esconder la desconfianza y preocupación.
DÍA 27
Una puerta. Es con lo que se
encuentran los andarines en su transitar por la selva. Extrañeza y temor en
todos los presentes, hasta que Eko toma la iniciativa para adelantarse e ir a
abrirla. Desde dentro podemos ver el mismo rótulo de “Cuarentena” que ya
nos resulta familiar, y comprobamos cómo son los primeros pasos de la expedición
en la exploración de “su escotilla”. Eko se acerca a una pared y puede ver
un símbolo de Dharma con una flecha apuntando hacia arriba, encerrada en el
habitual octógono. Aquello parece un almacén, hay baterías que proveen de luz
eléctrica, y algunas cajas llaman la atención de los protagonistas: En ellas
encuentran desde un ojo de cristal, hasta con una Biblia. También hay una radio
que da esperanza a nuestros amigos.
Ya en el exterior Bernard
intenta poner en marcha el trasmisor sin tener suerte alguna. Goodwin le aclara
que son las montañas que les rodean las que impiden recibir señal alguna, por
lo que se presenta voluntario para subir a una e intentar captar algo. Ana Lucía
quiere acompañarle. Se irán juntos.
En su camino, los dos andarines
hablan sobre las razones de quienes les atacaron. Tienen opiniones diferentes,
mientras que ella está segura de la hostilidad de los extraños, él se muestra
más escéptico. Todo hasta tal punto que ambos confrontan pareceres de porqué
desaparecen unos y otros no. Goodwin cree que primero se llevan a los fuertes,
pero Ana Lucía, replica que a él le respetaron y no lo entiende. Se toman un
descanso, sentándose para comer algo. Goodwin pide el cuchillo para pelar
fruta, pero Ana Lucía duda en dárselo. Lo podemos ver en su mirada. Tras prestárselo
y coger un trozo de fruta que le ofrece su compañero, le pregunta su opinión
sobre el origen del arma, que es del ejército de los EE.UU. y estaba en manos
de un extraño que ni siquiera llevaba zapatos. Captamos la tensión entre ambos
cuando Ana Lucía pide el cuchillo y Goodwin es receloso en pasárselo. En ese
momento la conversación da un giro cuando la chica pregunta a Goodwin sobre el
día del accidente, cuando salió corriendo de la selva, cuando oyó gritar a
Bernard ¿desde la playa? Goodwin
se extraña de las preguntas y Ana Lucía vuelve al carga cuando le dice que él
estaba seco el día del accidente, que salió de la selva tras el mismo y que él
es el infiltrado. La cara de Goodwin refleja que ha sido descubierto y con una
tremenda parsimonia contesta a las preguntas de Ana Lucía, que él mato a
Nathan por no ser una buena persona (por eso no estaba en la lista que
encontraron), para que el resto no sospechara puesto que no iba a contar nada, y
que los niños están bien en un sitio mejor. A partir de ahí Ana Lucía se
lanza sobre su oponente para agredirle, rodando ambos por el suelo; Goodwin coge
el palo afilado que traía, blandiéndolo a modo de lanza contra Ana Lucía, y
tras quitárselo y lanzarlo, ambos caen por una ladera, yendo más lejos la
chica que alcanza el rudimentario arma. Al lanzarse Goodwin sobre ella, Ana Lucía
de vuelve y levanta la lanza que se clava en el pecho de Goodwin, matándole
casi de inmediato. Finalizada la pelea, Ana Lucía contempla en cuerpo de su
oponente que yace boca arriba al pie de unos matorrales.
Al volver al grupo, Ana Lucía
sentencia a sus cuatro compañeros que ya están a salvo en ese lugar de la
isla.
DÍA 41
Estando todos en sus tareas,
Bernard prueba suerte con el trasmisor que encontraron manifestando ante las
observaciones de Ana Lucía, que sólo lo usa unos minutos al día. En ese
momento se oye una voz al otro lado, es la de Boone en la avioneta, y Bernard
responde a la misma. En ese momento Ana Lucía le retira el aparato argumentando
que son los extraños quienes emiten para localizarles y que no hay otros
supervivientes en la isla. Hay que acostumbrarse a esa forma de vivir.
Ana Lucía se ha retirado al río
cuando en su soledad se pone a llorar. Está superada por los acontecimientos.
Es en ese momento cuando aparece Eko y ella se siente violentada, pero para su
sorpresa el negro emite unas palabras de ánimo que la chica no comprende a esas
alturas. Eko argumenta que ya han pasado cuarenta días y por eso puede hablar,
igual que ella los ha necesitado para llorar. Todo acaba cuando la acoge en su
regazo para que siga sollozando
DÍA 45
Cindy y Libby pescan con un
aparejo en la playa cuando ven un el cuerpo de un hombre inconsciente mecido por
las olas. Se acercan y comprueban que es un oriental: Es Jin. Le llevan al grupo
donde le interroga Eko sin resultado alguno al no hablar el mismo idioma. Los
dos piensan que el de enfrente es de los “otros”. Cuando el grupo dialoga
sobre qué hacer con él, Jin rompe sus ataduras y sale corriendo. Lo que vemos
a partir de aquí ya lo conocemos: Lo primero a Jin llegando a la playa a la que
acaban de llegar Sawyer y Michael, el ataque de Eko a los tres, su arrastre por
la selva y su encierro en el agujero-cárcel.
A continuación vemos a Ana Lucía
y a Eko dialogando sobre las intenciones de esos desconocidos y urdiendo un plan
consistente en simular un ataque a la primera para encerrarla junto a ellos y
ganarse su confianza. El encierro de Ana Lucía en el agujero y su salida tras
el ataque a Sawyer concluyen este día.
DÍA 46
Un resumen de los
acontecimientos ya vividos: La salida del pozo de los tres, su llegada al
segundo bunker, sus caras de sorpresa...
DÍA 47
...el recorrido por la selva
hacia los otros supervivientes, el cansancio acumulado, el desfallecimiento de
Sawyer y su arrastre.
DÍA 48 – HOY
Vemos la tormenta, la confusión,
y la evidencia del reciente rapto de Cindy, además de los susurros que surgen
de la profundidad de la selva, sin que nadie del grupo sepa explicar su origen.
La tensión se apodera de ellos hasta el punto de que Ana Lucía saca la pistola
con la que empieza a apuntar a su alrededor buscando un objetivo hostil.
Finalmente asustada por un inesperado movimiento dispara su arma, alcanzando a
Shannon que surge de improvisto de entre la maleza. Ante la evidencia de lo
sucedido cunde el desconcierto en el grupo que ve con sorpresa como la herida es
recogida por un árabe, Sayid, que enfurecido mira a Ana Lucía, colocándonos
al final del pasado capitulo y a todos los supervivientes en el mismo punto
temporal.