~Episodio
2x19: SOS ~
En el flashback , Bernard y Rose se conocen por primera vez cuando
él la ayuda a sacar su coche, atascado en la nieve. Cuando está a punto de irse,
Rose le detiene y le dice que si le apetecería tomar un café con ella. 5 meses
más tarde, mientras ambos están en las cataratas del Niagara, Bernard le pide
que se case con él. Rose le dice que está terminalmente enferma y que solo le
queda un año, quizá algo más. Pero Bernard quiere casarse igualmente. Se van de
luna de miel a Australia, y finalmente Bernard confiesa que solo la ha llevado
allí para que la vea un curandero llamado Isaac de Uluru. Tras negarse
inicialmente, Rose acaba accediendo a ir.
Isaac dice que hay puntos de energía en el mundo, y esa casa está sobre uno.
Canaliza ese poder y sana a la gente con él. Sin embargo, le dice a Rose
que no puede curarla porque no está reaccionando a la energía en Australia, pero
que debería probar con otros puntos de energía por el mundo. Rose decide decirle
a Bernard que ha sido curada para que no se pase el tiempo que les queda juntos
haciendo intentos por salvarle la vida. En el aeropuerto, a Rose se le cae un
bote de pastillas y un Locke en silla de ruedas se lo devuelve.
En la isla, Bernard está frustrado con la creciente complacencia de los
perdidos. Intenta reunir a un grupo de gente, de los que desconoce los nombres,
para construir una gran señal de SOS con piedras en la playa para que les vean
desde las fotografías de los satélites. Entre la gente a la que intenta reclutar
se encuentran Charlie y Eko, pero ambos están ya trabajando en una estructura,
que Charlie revela que será una iglesia, así que no podrán ayudar a Bernard.
Mientras tanto, en la escotilla, Locke intenta volver a dibujar el mapa que vio
durante el encierro, de memoria. Ignora el pitido del contador, pero mete el
código y presiona el botón cuando Jack se lo pide. Entonces Jack le dice a
"Henry Gale" que va a ir a buscar a Los Otros para proponerles un
intercambio por Walt. Henry le dice que Los Otros jamás le darán a Walt.
Bernard intenta que la gente siga sus órdenes para la construcción de la señal.
Rose ridiculiza sus esfuerzos cuando dice que eso solo va a llenar a los
supervivientes de falsas esperanzas. Bernard, destrozado, intenta seguir con el
proyecto de todas formas, aunque gradualmente se va quedando sin ayudantes.
En la escotilla, Locke se acerca a hablar con Henry, que ha dejado de hablar,
comer y beber. Locke golpea la puerta y le pregunta si es cierto que no pulsó el
botón. Henry no contesta, pero le vemos sonreír dentro de la armería.
En la isla, Rose insinúa a Locke que ambos se han beneficiado de los poderes
curativos de la isla. Rose va a Bernard y le confiesa que le mintió sobre su
curación en Australia, pero dice que ahora en la isla sí se ha curado. Teme que
si se van de allí, su enfermedad vuelva y ella muera. Bernard le dice que se
quedarán en la isla y abandonará su proyecto. Mientras, después de que Rose le
recuerde a Locke que la isla todavía significa algo, él vuelve a la escotilla e
intenta de nuevo dibujar el mapa de la puerta. Esta vez sonríe, satisfecho con
su dibujo.
Jack planea contactar con Los Otros para intercambiar a Henry por Walt. Él y
Kate salen hacia donde les encontraron la otra vez. Por el camino caen por
accidente en una de las trampas de Rousseau, pero tras un momento de tensión
sexual, logran liberarse. Kate le cuenta la existencia de un almacén médico y le
dice que no se lo había contado antes porque él tampoco había dicho nada sobre
Henry. Cuando llegan a su destino, Jack grita para que salgan Los Otros, pero
nadie responde. Acampan allí y mientras Kate se disculpa por haberle besado y
Jack le dice que él no lo siente, ven a alguien que corre hacia ellos desde el
bosque, muy asustado, cayendo a sus pies. Es Michael.