~Episodio 3x10: STricia
Tanaka is dead~ gracias
a Álvaro
Tricia Tanaka is dead es el décimo episodio de la tercera
temporada de Lost, y el número 57 de la serie. Se emitió por primera vez el 28
de febrero de 2007. El capítulo está escrito por Edward Kitsis y Adam Horowitz y
está dirigido por Eric Laneuville. El personaje de Hurley es el protagonista de
los flashbacks.
Argumento:
El episodio comienza con un flashback, en el que vemos a
Hurley de niño con una caja de herramientas en la mano y abriendo el capó de un
Camaro. De camino a su moto, el padre de Hurley deja su bolsa en el suelo y se
le une en lo que parece ser la rutina de trabajo con el coche. El padre le dice
a Hurley que arranque el coche, aunque no tiene carburador. Como era de esperar,
el coche no arranca. Cuando el pequeño Hurley le dice a su padre que era lógico
que no arrancara, su padre le dice que las cosas buenas pasan cuando crees
firmemente que pueden pasar, y que en este mundo, cada uno se tiene que
“fabricar” su propia suerte. Luego el padre le dice que se va a hacer un trabajo
en Las Vegas y que regresará antes de que pueda darse cuenta. Mientras el padre
se aleja en moto, la madre de Hurley mira desde la ventana con cara de tristeza,
y Hurley come una barrita de chocolate.
En otros flashbacks, Hurley (ya mayor) está siendo
entrevistado para las noticias por la reportera Tricia Tanaka debido a su
reciente suerte por haber ganado la lotería y por haber comprado la cadena de
restaurantes Mr. Clucks, donde antes trabajaba. Están fuera del restaurante, con
el antiguo jefe de Hurley. Tricia le hace preguntas a Hurley, y él las responde
bastante deprimido y con pocas palabras, por lo que Tricia corta la entrevista.
Ella y su equipo entran en el restaurante para rodar más escenas, pero nada más
entrar, un meteorito impacta sobre el restaurante.
Hurley llega a su mansión totalmente cubierto de polvo y
cenizas debido al impacto del meteorito, y le dice a su madre que tiene que ir a
Australia, de donde los números provenían. Su madre insiste en que los números
no están malditos, y que puede probarlo. Le conduce a otra parte de la casa,
donde está su padre que acaba de llegar.
Más tarde, toda la familia Reyes está cenando con los
mayordomos al lado. Hurley expresa su confusión sobre el comportamiento de su
madre, parece haber aceptado otra vez a su padre después de 17 años, sin hacerle
preguntas. Su padre le dice que ha vuelto porque su mujer se lo pidió para que
Hurley tuviera cerca una figura paterna con la esperanza de que se olvidara de
los supuestos números malditos. Hurley despide a los mayordomos y dice que va a
deshacerse de todo su dinero y de la casa. Dice que empezará librándose de su
padre, pero su madre no está de acuerdo, argumentando que tiene necesidades
sexuales. Entonces Hurley lleva a su padre al garaje, donde aun conserva al
viejo Camaro que estaban arreglando cuando su padre les abandonó.
En otro momento, vemos que el padre de Hurley le lleva a
una vidente del tarot, que le asegura que romperá su maldición. La vidente
acierta con los últimos acontecimientos de su vida: la lotería, los números y la
tragedia. Asegura que siente una maldición en él, y que puede librarle de ella.
Mientras ella prepara una especia de pócima, Hurley le pregunta si su padre le
ha pagado para que haga todo esto, después de un soborno por parte de Hurley de
10.000 $, la vidente lo admite.
Más adelante, Hurley ya ha hecho las maletas para irse a
Australia, a pesar del disgusto de sus padres. Su padre le explica los
verdaderos motivos de que haya vuelto. Ha vuelto porque se está haciendo mayor y
necesita un retiro confortable. Está seguro de que su viaje a Australia no va a
hacer que se rompa la maldición y le dice que tiene que fabricar su propia
suerte. Cuando Hurley le dice que no va a recibir nada de su dinero, su padre le
dice que dé todo el dinero y que empiece de cero. Que ahorre para comprar el
carburador para que juntos puedan acabar el trabajo que estaban haciendo y
puedan hacer el viaje al Gran Cañón que iban a hacer cuando Hurley era pequeño.
Después de decirle que estará ahí para cuando vuelva, Hurley se marcha.
En la isla, Hurley está en la tumba de Libby, contándole
todo lo que ha pasado con Jack, Kate, Sawyer y los otros. Le dice que la echa de
menos, y que cuando estaba con ella no tenía miedo. Luego, Hurley ve a Charlie
pensativo en la playa y le pregunta que le pasa. Le cuenta que está así porque
Desmond tiene flashes del futuro en los que ve como muere Charlie. Éste se
sorprende cuando Hurley le dice que posiblemente tiene razón, y que cree que es
por su culpa. Le cuenta a Charlie lo de su maldición. De repente Vincent (el
perro de Walt) sale de la selva con un brazo humano podrido en su boca, del que
cuelga una llave. Vincent se vuelve a adentrar en la selva, Hurley le persigue y
después de un rato, Vincent le deja la llave en el suelo, Hurley la recoge y le
sigue por la selva, llegando hasta una furgoneta Volkswagen volcada.
Hurley examina la furgoneta, dentro hay un esqueleto con un
traje de Dharma, en el que pone “Roger” en el pecho.
En la playa Sun está intentando enseñarle inglés a Jin
hablándole sólo en inglés. Hurley vuelve corriendo al campamento y le cuenta a
todo el mundo su reciente descubrimiento. Pide ayuda para arreglar la furgoneta,
diciendo que podrían divertirse, pero nadie se ofrece. Jin, sin embargo, no
entiende inglés y es el único que no se ha ido, así que Hurley cree que se ha
ofrecido para ayudarle.
Después, Kate y Sawyer llegan por fin a la playa, donde son
acogidos con gran alegría por el resto de supervivientes.
Mientras, Hurley y Jin han llegado a la furgoneta (que está
llena de cerveza Dharma), y deciden volver a ponerla en pie, cuando de repente
aparece Sawyer preguntándole a Hurley donde están sus posesiones, pero Hurley
simplemente le da un gran abrazo, diciéndole lo contento que está de que haya
vuelto, lo que hace que se le pase el enfado a Sawyer. Les explica brevemente
cómo él y Kate han logrado escapar pero Jack no. Hurley es muy optimista con
respecto al futuro y le pide ayuda a Sawyer con la furgoneta, mencionándole que
hay cerveza dentro, y Sawyer acepta.
En la playa mientras, Charlie le exige a Desmond que le
diga cuando va a morir. Éste finge no saber de qué le está hablando, diciendo
que estaba borracho, pero Charlie le dice que tiene derecho a saberlo.
Kate les cuenta a Sayid y a Locke lo que sabe acerca de los
barcos de los Otros, la otra isla, y como Sawyer dejó que Karl escapara. Kate
insiste que tiene que salvar a Jack, y se va, diciendo que va a por ayuda, y no
contesta cuando Locke y Sayid le preguntan de quién.
Hurley, Jin y Sawyer tienen éxito girando la caravana.
Abren la puerta y ven que está llena de papeles, mapas y cervezas. Hurley y Jin
abren el capó, y Hurley dice que está bastante bien, y intenta arrancar el
motor. Cierra los ojos y gira la llave, pero no pasa nada. Aunque Jin está
seguro de que el motor no se puede arreglar, Hurley dice que tiene que
funcionar. Sawyer piensa lo mismo que Jin, y le dice que se vayan, a lo que
Hurley responde que todo el mundo necesita algo de esperanza.
Sawyer le lanza una cerveza a Hurley, pero este no la coge
y la lata sigue rodando por el suelo, lo que le da a Hurley una idea. Va hacia
la playa para buscar a Charlie y le dice que deje de quejarse. Le explica que
quiere hacer algo peligroso con él, que será como un juego cara a cara con la
muerte, y que necesitan ganar. Charlie acepta a regañadientes y van a la
furgoneta. Ambos entran y les dicen a Sawyer y Jin que les empujen colina abajo.
Sawyer dice que empujarles por la ladera es un suicidio,
pero Hurley está convencido de que con la velocidad que cogerá la furgoneta
podrá arrancar el motor. “Victoria o muerte” grita Charlie, y Hurley les dice
que empiecen a empujar. La furgoneta empieza a rodar, ganando velocidad. Hurley
repite para sí mismo “No hay ninguna maldición, tienes que buscar tu propia
suerte” antes de intentar encender el motor. Justo antes de que chocaran con
unas rocas, el motor arranca, esquivan las rocas y se ponen a dar vueltas con la
música que había en el cassete sonando, Sawyer, Jin y Vincent corren colina
abajo, se meten en la furgoneta para disfrutar el momento.
Todos menos Hurley se bajan de la furgoneta y vuelven para
la playa. Jin le da una flor a Sun, y ella le abraza y le besa. Charlie se va a
hablar con Claire. Sawyer lleva consigo una caja de cervezas, y busca a Kate,
pero no la encuentra. Se sienta y se bebe una cerveza, mirando a las otras
parejas. Hurley mientras, sonríe y sigue conduciendo.
En otro lugar, en la selva, Kate está buscando ayuda. Locke
y Sayid la encuentran y le preguntan porqué no les ha pedido ayuda a ellos. Kate
les contesta que no están lo suficientemente motivados y que no saben dónde
buscar. Ellos le contestan que sí que están motivados, pero hasta hace poco no
sabían bien donde buscar. Entonces Locke le revela que tienen una especie de
brújula sacada del palo de Mr. Eko. De repente, un disparo les hace caer en la
cuenta de que no están solos. Después de gritar para que cesara el fuego y decir
que está a salvo, Rousseau sale de la espesura. Kate le pide ayuda para
encontrar el campamento de los Otros. Rousseau es reacia, pero Kate le dice que
sospecha que Alex, que la ayudó a escapar de la otra isla, es su hija.