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Bienvenido
a Lostzilla.net , una web dedicada a la serie de
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En Lost, una de las series de más éxito de la pasada temporada, , algunos de los supervivientes
del accidente aéreo se enfrentan a los misterios de una Isla del Pacífico.
Tres supervivientes y la escotilla en la premiere de la temporada de Lost.
Un monstruo devoró un piloto. Un oso polar corría por la selva. Un enigmático paralítico pudo
volver a caminar. La primera temporada terminó el pasado mes de mayo con cliffhangers duales:
dos personajes miraban hacia abajo a una escotilla que habían encontrado, en la que solo eran
recibidos por una oscuridad siniestra y una escalera vertical interminable, mientras otro grupo de
personajes, intentando escapar en una balsa, eran atacados por unos extraños y terroríficos
pescadores que se llevaron a un niño.
Pero el mayor puzzle al que se enfrentan los productores de Lost al entrar en la segunda
temporada este miércoles podría ser como evitar que la audiencia que les ha convertido en uno
de los pocos éxitos dramáticos de la década en la aABC, se aburra.
Los creadores de series como Lost (dramas serializados con sus propias y elaboradas
mitologías) se enfrentan a un dilema. Las audiencias desean compulsivamente, e incluso
demandan, respuestas. Pero revelar demasiado, demasiado pronto, podría hacerlas saltar, como
ocurrió en Twin Peaks a principios de los años '90. O dales pequeños trozos de información y
pistas de cómo encajan las piezas, y la obsesión de los televidentes podría convertirse en
frustración o incluso hartazgo, como ocurrió hace poco con Expediente X.
"Si llegas al punto en el que solo te agarras," dijo Mark Frost, creador de Twin Peaks junto con
David Lynch, "a la carta que de lleva al misterio central, empezarás a ver como la serie se te
aleja".
"La audiencia aguantará que juegues con ella solo hasta cierto punto" añadía. "Pero si la
audiencia responde a los personajes, el resto evolucionará por sí solo".
Lost no es el típico drama televisivo, ni en su génesis, ni en su casting internacional e
interminable o su profundidad para la ambigüedad deliberada. La idea de la serie surgió durante el
verano de 2003 por parte de Lloyd Braun, el entonces director de la ABC. Sentado en su hotel en
la Gran Isla de Hawaii, esperando a su familia, miró a la playa y empezó a pensar en como
trasladar "Naufrago", la película de Tom Hanks que acababa de cosechar un gran éxito, a una
serie de televisión.
Pero un hombre solo y una pelota de volleyball en una isla desierta no compiten en televisión, así
que el Sr. Braun aplicó algunos conceptos de Hollywood y dio con un híbrido entre "Naufrago" y
"Supervivientes".
El primer intento de guión, de todas maneras, no satisfizo a Braun, ni tampoco el segundo. Así
que se dirigió a JJ Abrams, el creador de Alias, y le ofreció un compañero, Damon
Lindelof, un
fan de toda la vida que había trabajado en Crossing Jordan.
"Básicamente, tuvimos una reunión de dos horas y ambos llegamos a la misma conclusión sobre
como hacer la serie, que era que tenía que tener muchos personajes, que a su vez tenían que ser
muy misteriosos y que la isla en sí tenía que ser más misteriosa todavía que
ellos" dijo Lindelof.
Empezaron a escribir, y al final de esa semana tenían un borrador de 23 páginas para Braun,
quien hizo algo que nunca antes había hecho: aprobar un piloto basándose solo en eso.
La apuesta de la ABC era inmensa. Comparado con series ocmo Ley y Orden, cuyas historias
no duran habitualmente más de un episodio, los dramas serializados como 24 son más difíciles
de reponer o sindicalizar. "Estaba preocupado por todo" dijo Braun, desde el alto precio de la
serie (más de 10 millones de dólares para el piloto de dos horas) a su tono oscuro y siniestro,
pasando por enorme casting. "Y no olvidemos que mi posición en la cadena no era demasiado
segura en ese momento". (Braun fue despedido en Abril de 2004 y ahora dirige los grupos
mediáticos en Yahoo".
Es más, todo el mundo recordaba lo que había pasado con Twin Peaks: cuando debutó en abril
de 1990, todo el país se enganchó en seguida al misterio del asesino de Laura Palmer y las
geniales frases del agente especial del FBI Dale Cooper ("un café cojonudo"). Aun así, un año
después, la serie terminó.
"El truco de estas series es que tienes que mantener todas las pelotas en el aire, resolviendo
algunas historias y revelando otras" Dijo el Sr. Frost. "Nuestro problema fue que realmente solo
teníamos una historia principal que contar". Una vez que fue revelado el nombre del asesino de
Laura Palmer en la segunda temporada, lo único que quedó fue una serie que fue rebajándose
hasta ser una mera procesión de enanos danzantes, búhos inescrutables y mujeres
espectaculares. Frost dijo que si tuviera que volver a rodar la serie, se reservaría los misterios
más complejos para después de descubrir al asesino.
"La historia de Twin Peaks me sirve como advertencia" dice Carlton Cuse, que se unió a Lost
como Productor Ejecutivo junto a Lindelof. "Esa fue una serie en la que la mitología estuvo por
encima de todo lo demás, principalmente la construcción de personajes creíbles, plausibles. Es
una presencia constante en mi mente, es algo en lo que no podemos caer con esta serie."
Ese miedo de envolverse demasiado en la intrincada mitología de la serie es lo que hace que
Cuse entre en muchas páginas web que los fans han creado para reverenciar, obsesionarse,
debatir y criticar la serie, como Lost-TV (www.lost-tv.com). "Los aspectos genéricos del show
son divertidos, nos lo pasamos bien con ellos" Dijo Cuse. "Pero me engancha mucho más la
gente de la serie, y creo que es fundamentalmente lo que tratamos de hacer".
Lindelof añade: "Es todo sobre los personajes, personajes, personajes." Ese es también el
mantra de Stephen McPherson, presidente de la ABC, que dijo que los productores le
impresionaron. "Todo", concluye Lindelof, "tiene que estar al servicio de la gente. Ese es el
ingrediente secreto de la serie."
Un día soleado en California , a principios de este mes, Lindelof, de 32 años, y Cuse, de 46, se
dejaron caer en el despacho de los fieles guionistas de Lost en los estudios de la Disney en
Burbank. Javier Grillo-Marxuach, que también ejerce de supervisor de producción, les puso al día
de los progresos del equipo sobre una versión inicial del marco de trabajo del octavo episodio de
la serie. El tema principal: el perdón.
En una pizarra blanca, bajo fotos del cast y páginas arrancadas del Weekly World News ("Un
portal del tiempo encontrado en el Polo Sur" reza uno arrancado por Lindelof), los escritores
tienen ya la idea del teaser e intentan trazar lo que serán los otros 5 actos que componen un
episodio. Pero se han liado con las numerosas líneas argumentales, e intentan decidir qué
personaje recibirá la marca de la serie: los detallados flashbacks que nos hablan de su
existencia antes de la isla.
Mientras dan ideas, en un esfuerzo por guiar al equipo, Lindelof deja caer referencias a películas
tan variadas como Pulp Fiction, La Muerte y la Sirvienta, Una tarde de Perros y La Caza del
Octubre Rojo.
Cuse sugiere que tengan en mente la noción bíblica del perdón, añadiendo "Eso tendrá mucha
resonancia".
Él y Lindelof les piden a los guionistas que simplifiquen. Que se centren en lo que está pasando
en la isla, y el centro del flashback estará claro. "La historia necesita desarrollarse al nivel de los
personajes, así que el perdón es algo más que una decisión arbitraria" dice Cuse.
Los dos hombres tienen un diálogo fácil. Cuse le dio a Lindelof, que se refiere a él como CC, uno
de sus primeros trabajos de guionista en Nash Bridges, con Don Johnson. Y cuando JJ Abrams
se encontró demasiado ocupado con Alias y preparando Misión Imposible 3, Lindelof le devolvió
el favor, pidiéndole a Cuse que le ayudara a supervisar un personal de unas 400 personas en
Lost.
Ambos creen en la necesidad de un plan a largo plazo para la serie, pero también les gusta
aventurarse con cosas nuevas. "Es como un viaje de California a NY, y todas esas piedras son
ciudades en el camino" dice Cuse. "Pero en el día a día, cuando nos levantamos por la mañana,
tenemos que tomar una decisión: tomamos la interestatal o las carreteras comarcales?".
Los guionistas habían planeado, por ejemplo, aumentar la animosidad entre dos personajes,
Michael y Jin, mientras desarrollaban un romance entre la mujer de JIn, Sun, y Michael. Pero se
sumergieron en la vida del matrimonio y desarrollaron su vida anterior en Korea. Mientras,
Perrineau (Michael) y Kim (Jin) se hicieron buenos amigos en el set de Hawaii, así que el equipo
creativo decidió explotar la química entre ellos, incluso aunque sus personajes no hablan el
mismo idioma. "Cuando vemos algo que nos gusta, escribimos sobre ello" dice Cuse. "Somos
como televidentes con control".
Una manera de ejercer ese control es permaneciendo cerca de la ciencia (opuesto a la ciencia
ficción), como en las novelas de MIchael Crichton. "Pueden estar pasando cosas raras,
fenomenales, pero siempre hay una explicación científica" dice Lindelof. Así que cuando Jack
Sheppar tiene visiones de su padre muerto, se ocupan de dejar bien claro a la audiencia que lleva
tres días sin dormir. Por supuesto, el fantasma le lleva a un manantial de agua que necesitaban
desesperadamente, así que a lo mejor no estaba alucinando del todo.
Ambos hombres comparten también su admiración por la forma de narrar de Stephen King. "The
Stand fue un libro que realmente preformó la idea de Lost" dice Lindelof. "Temáticamente tratan
de lo mismo, lo fundamental, la filosofía del "vivid juntos o moriréis solos".
También disfrutan mucho jugando con los televidentes. La temporada pasada, cuando
presentaron el personaje de Artz, un profesor sabelotodo y cabreante, que Lindelof odiaba, le
hicieron sobrevivir intencionadamente a una carrera con el monstruo. "Le dejamos aparecer tres
episodios para que la audiencia se convenciera realmente de que no iba a morir", dice Cuse. "Y
luego le hicimos volar por los aires".
Pero algunos intentos de confundir a los espectadores pueden volverse contra ellos. Convencidos
de que los espectadores querrían que evitaran un cliffhanger convencional, idearon uno: la visión
de Locke y Jack mirando por la escotilla. Los fans pensaron que se estaba jugando con ellos y
respondieron con críticas virulentas. Así que al principio de esta temporada, los guionistas han
querido ser muy explícitos sobre lo que encuentran en la escotilla y las implicaciones para la
gente de la isla, particularmente sobre la batalla entre la fe y la razón ejemplificada por los
personajes de Locke y Jack.
A pesar de los esfuerzos de Lindelof, Cuse y el resto del equipo creativo para mantener la serie
fuera de morder el polvo, su mayor peligro puede residir en su gran éxito. Al contrario que JK
Rowling, que puede consolarse sabiendo que la serie de libros de Harry Potter terminará en el
séptimo, los productores de Lost no se pueden permitir ese lujo: mientras la audiencia sea
buena, seguirá.
Las implicaciones de esto en el desarrollo de la historia son enormes. "Si supiéramos
que esta
serie iba a durar 80 episodios, podríamos saber exactamente que partes de la mitología íbamos a
enseñar, y podríamos crear un gran final" dice Cuse. "Pero no lo sabemos y no podemos saberlo.
Para la ABC, esta es una serie de gran éxito y muy rentable, y lógicamente su objetivo es que
siga mientras pueda".
Lindelof interviene rápidamente: "Es el equivalente a si coges las audiencias del cuarto episodio
de Raices y llamas a Alex Haley y le dices "Mira, esto está genial. Necesitas liberar a Kunta
Kinte? No puedes liberarle en la tercera, cuarta o incluso quinta temporada?".
Frank Spotnitz, que trabajó en Expediente X durante 8 de los 9 años que duró la serie, como
guionista y finalmente como productor, dijo que el creador de la serie, Chris Carter, no pensaba
que fuera a durar tanto, y lo planeó todo de acuerdo a eso. Cuando las audiencias y el éxito
financiero pidieron lo contrario, los productores tuvieron que improvisar. Originalmente, el plan era
revelar el destino de la hermana del Agente Mulder, el agente del FBI interpretado por David
Duchovny, en la quinta temporada. En su lugar, la explicación tuvo que esperar hasta la séptima.
"Cuanto más tiempo juegues con la gente, más se van a enganchar a la mitología y más
decepcionados van a estar con la resolución" dijo Spotniz. Las resoluciones emocionales entre
los personajes son más importantes que el hecho de quet encajen las piezas del enorme puzzle,
y Spotnitz está pensando en su nueva serie, Night Stalker, de esa forma.
Tnato Lindelof como Cuse están de acuerdo con la teoría de Spotnitz de que el show es sobre el
camino, no sobre el final, y parecen resignados a las opiniones enfrentadas sobre como resolver
los misterios. Una cosa es segura: No seguirán el camino de la trilogía de Matrix, el la segunda
parte de la cual un personaje dedica una infinidad de tiempo a contarle a Keanu Reeves lo que es
Matrix, su papel en ella y lo que le va a pasar en la película final.
"Eso no es satisfactorio a ningún nivel para mí como escritor, ni para la mayoría de la gente que
lo vio" dijo Lindelof. "El hecho de que aquí haya alguien que me diga que definitivamente no tenía
razón, que mi imaginación se equivocaba, no mola nada."
SPOILER
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Pero los creadores saben como terminará la serie. Los supervivientes no descubrirán que forman
parte de un extraño experimento, ni que están en el purgatorio, ni se despertarán de un mal
sueño. "Estos tíos saldrán de la isla" dijo Cuse, " y casi al unísono, añaden: "Si es que es una
isla".
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