¿Os conocíais antes de "Lost"?
Michael Emerson: Mi esposa y yo
éramos fans de Terry desde "The X Files", "Millenium", y mucho del
trabajo que había hecho en TV. Estaba bastante nervioso antes de
conocerte, porque siempre habías interpretado a un personaje duro y
peligroso.
Terry O'Quinn: Cuando conocí a
Michael, dije, "Oh, ese tío. Le he visto antes en... algún sitio. Es
bueno".
Emerson: Nuestro primer gran
dueto fue cuando la escotilla se cerró. Tuviste que correr, deslizarte
sobre el estómago y debajo de esa puerta de seguridad, una y otra vez.
¡Dios!
O'Quinn: Eso me dolió por una
temporada. Pero las escenas eran emocionantes, y la actuación era una
recompensa. Fue en ese episodio en el que establecimos una relación de
trabajo.
Terry, ¿cuál fue tu primera impresión
sobre Locke?
O'Quinn: Ninguna. No supe hasta
el episodio 4 que había estado en silla de ruedas. La lectura cumulativa
que obtuve sobre Locke en la primera temporada decía que era un tío que
nunca fue respetado, nunca fue amado, nunca tuvo éxito, y que buscaba
todas esas cosas. Digo "buscaba", porque la última vez que le vimos
estaba muerto. Y hasta donde yo sé, está muerto. Le veo como una figura
trágica. No un héroe trágico, sólo una figura trágica.
Michael, ¿cómo fue unirse al cast
durante la segunda temporada?
Emerson: Intimidaba.
O'Quinn: Pero no lo mostró.
Michael llegó y nos impresionó a todos. Yo pensé, "este tñio va a
necesitar muchos primeros planos".
Michael, ¿cuál fue tu perspectiva
inicial sobre Ben?
Emerson: Sabía que Ben podría ser
uno de esos deliciosos papeles llenos de momentos jugosos, que podría
encantar a la audiencia y volverlos locos al mismo tiempo. Siempre creí
que el personaje viviría en la línea entre el bien y el mal, entre lo
vago y lo específico.
¿Cómo caracterizáis cada uno de vosotros
el conflicto entre Locke y Ben?
O'Quinn: Como John Locke, yo
nunca percibí a nadie como un enemigo a no ser que estuviesen intentando
impedirme hacer algo o ser alguien. Incluso entonces, no eran enemigos.
Sólo eran obstáculos. Ben era a veces un obstáculo y a veces una
ayuda... y después iba y hacía cosas como dispararte en el vientre.
Emerson: John Locke siempre
quería respuestas. Benjamin Linus siempre tenía respuestas, o daba la
impresión de que las tenía. Así que había cierta economía de la
información entre ellos. Pero ahora eso ha cambiado en la serie. No sé
dónde estamos ahora.
Ben y Locke son a menudo bastante
divertidos juntos, también. ¿Disfrutais interpretando la comedia?
Emerson: Comencé a sentir la
pasada temporada como si estuviese en mi pequeña comedia provada. Él era
muy sarcástico todo el tiempo. No hay muchos personajes sobre los que
puedas hacer bromas, pero hay un tipo especial de humor en "Lost", donde
nos tomamos a la ligera asuntos graves.
O’Quinn: Cuando alguien te apunta
con un arma en cada episodio, acabas pensando, "Lo que sea. No vas a
dispararme. O si lo haces, viviré".
Ahora que el final se acerca, ¿cuál es
el humor de la gente en el set?
Emerson: Soy más propenso a la
nostalgia cuando estoy en casa. Cuando llegas al set, hay mucho que
hacer. No he pensado cosas como, "Esta es la última vez que filmaremos
en este lugar, esta es la última vez que sostengo esta pistola..."
O'Quinn: "Esta es la última vez
que mato a Locke".
Emerson: "¡Esta es la última vez
que escupo sangre!"
O'Quinn: Nunca puedes estar
seguro de nada en esta serie, porque podría no ser la última vez. Quizá
yo anticipo haber terminado, pero los productores me llamarán y dirán,
"Por cierto, hay algo que tenemos que regrabar. Hemos cambiado el final.
No estás muerto".