Michael Emerson exuda carisma. Llega ataviado con camisa, chaleco, zapatos y
un libro bajo el brazo a pesar del sofocante calor que hace en el hotel. Nada
que envidiar con un Lord inglés. Todos coincidimos en que este señor está
destinado a hacer cosas grandes en cine y televisión, y esperamos estar allí
para verlas. Es educadísimo, humilde y transmite una tremenda tranquilidad, por
irónico que parezca, en contraposición a Ben Linus. Y además, tiene mucha,
mucha gracia contando anécdotas, sin cambiar el todo de voz ni la forma
pausada de explicar las cosas.
Tras meses y meses de escucharle decir que está convencido de que Ben es "de los
buenos", finalmente reconoce que ya no está tan seguro. Ahora cree que
seguramente acabemos no sabiendo la verdad sobre Ben Linus, y quizá eso sea lo
mejor para la historia. Sabe que en la última temporada, el personaje ha perdido
el control de todo, las tornas han girado y él ya no tiene herramientas.
¿Perdió los papeles del todo al matar a Jacob? Dice que Ben ha perdido
los papeles antes. Tiene una violencia infantil cuando hieren sus sentimientos.
Cree que es un genio en muchos sentido, pero tiene muy poca madurez, así que
cuando se siente presionado se comporta como un niño enfadado y malcriado. Ha
pasado toda su vida buscando una figura paterna, un mentor con el que compartir
su carga, y creía que Jacob era esa persona. Cuando resulta que no lo es... Si
Jacob hubiera resultado como él esperaba, seguramente no lo hubiera hecho.
Para Emerson, Lost es como todas las buenas historias, trata de todo de
alguna forma. Un puzzle metafísico, con acción, romance, religión, filosofía.
Trata del destino, la redención, los pecados, los juicios. Los grandes temas en
los que piensa todo el mundo.
Su escena favorita es en la que mata a Locke con la misma cuerda con la
que éste se iba a suicidar. Al principio pensaba que en esa escena, Ben empieza
siendo una cosa y acaba siendo otra, pero ahora cree que su comportamiento es
consistente desde el principio. Tenía una meta y llega a ella.
Por ahora, en la sexta temporada, no hay grandes sorpresas, las cosas, según él,
van por donde esperarías, aunque está confuso con respecto a la línea
argumental. Entiende el concepto abstracto, y ya ha rodado algunas escenas
magníficas, pero no está seguro de como van a llegar al final. Comenta que
Ben siempre tiene un papel más importante al final de la temporada.
Si tiene que morir, quiere que sea de una forma sensacional. Y si
tuviera que escribir una última escena para Ben, se lo imaginaría
en un ambiente completamente nuevo. Se suponía que su personaje iba a
estar solo en algunos episodios al principio de la serie, pero
seguramente los guionistas siempre pensaron en mantenerle si funcionaba.
Estaban probando un plan, una idea, la de Henry Gale, que pensaban
perpetuar si funcionaba. Y funcionó. Vaya sui funcionó.
Uno de los momentos que recuerda con más cariño es el día que estaba en
el acantilado de Makapu'u, en Oahu, con el conejo con el número 8 y Sawyer,
explicándole que había otra isla. El día era precioso, el clima y el paisaje
extraordinarios, y estar allí arriba, hablando de Steinbeck, "De Ratones y
Hombres"... se preguntó como era posible que le pagaran por eso.
Opina que habrá muchas series como Lost, y de hecho ya hay series que tratan de
viajes en el tiempo, y habrá otra antes o después que rompa los moldes de nuevo.
Pero Lost ha sido y es una serie muy influyente, habrá que esperar 20 años para
ver como evoluciona y como la vemos de forma retrospectiva.
En la serie, ha aprendido más sobre el tipo de actor que es, sobre sus
instintos, sobre como le gusta tener una paleta de colores más amplia y su
personaje no se lo permite, de tal forma que ha aprendido a interpretar un tipo
de papel más pequeño e introvertido. Le gustaría por tanto volver a los
escenarios para hacer algo más alegre y divertido. Se considera, por encima de
todo, un actor de teatro.
La idea de los viajes en el tiempo, cree que es atractiva para todo el
mundo y una de las piezas centrales de toda la ciencia ficción, así que es
lógico y una moda que se use tanto ahora en televisión. Le gusta la ciencia
ficción y la fantasía, y la ficción especulativa. Y si además se puede mezclar
con filosofía, mitología... entonces es mejor aun.
Si hace 10 años, cuando hacía sobre todo teatro, le hubieran dicho que iba a
ganar un Emmy, él hubiera dicho "No, te equivocas, será un Tony, pero no un
Emmy, porque no consigo trabajo". Tenía fé en su propio talento, pero no en
conseguir un buen trabajo en televisión ni en que otros compartieran esa
opinión. Su carrera ha sufrido muchos altibajos. Con respecto a su siguiente
premio, su siguiente trabajo, se ve a sí mismo en teatro, así que quizá un
premio de teatro.
Cree que podría salir en True Blood, la serie en la que trabaja su mujer,
pero no como psicópata. Le gustaría hacer de algo normal, de un repartidor de
pizza al que muerden en el cuello.
Dice que nunca se ha aprovechado de ser popular para librarse de una
multa, porque lo haría tan mal que se metería en un problema aun mayor. A veces,
a la gente le asusta acercarse a él.
Lo más raro que le ha pasado con un fan es cruzarse en Waikiki con una
pareja con un bebé, que comenzaron a saltar y llorar al verle, cogieron al bebé,
le despertaron, se lo pusieron en la cara, y dijeron "¡Se llama Ben!". Él pensó
"Oh, no, decidme que no habéis llamado a vuestro hijo como un villano de una
serie de TV... ¿Qué futuro le espera a ese niño con ese legado?". En otra
ocasión, se cruzó dos veces en una semana con la misma pareja de Nueva Zelanda,
y en ambas ocasiones, la mujer cruzó la calle para acercarse a decirle que había
dejado de ver la serie cuando él apareció.
Escuchad aquí la anécdota de los fans (si no se oye automáticamente al dar a
play, haced click sobre el icono de "Goear")
Ha tenido todo tipo de trabajos, empezó como actor en Florida mientras trabajaba
como pintor de casas, constructor de muelles, plantando, construyendo
escenarios, ilustrador de revistas... Hacía lo que podía. En Nueva York encadenó muchos malos trabajos para sobrevivir durante mucho tiempo. Se
acostumbró y jamás creyó que iba a cambiar su situación. Comenta que viaja mucho
a Nueva York, porque él y su mujer tienen una casa allí, pero también tienen una
casa en LA, donde ella trabaja y donde probablemente él tenga más trabajo en el
futuro.