Estoy junto a Evangeline Lilly. Me
sonríe y se queda mirando a mis pies. “Bonitos zapatos le susurra a su
publicista, luego se gira hacia mi y lo repite en voz alta.
Estamos a finales de 2007 y nos
dirigimos a su habitación en un ostentoso hotel cerca de los muelles de
Auckland. Tiene 28 años y hace el papel de Kate Austen en la serie de
televisión Lost. Está aquí con su por entonces prometido y miembro del
reparto Dominic Monaghan.
Su mayor deseo, dice, es pasar unas
vacaciones de incógnito en Nueva Zelanda, un reto bastante difícil para
la mujer que ha quedado octava en las 100 mujeres más sexys de FHM del
mundo el año pasado.
Con el agua azul brillante del golfo
de Hauraki de fondo, la clara piel de Lilly y sus rasgos pequeños,
parece pertenecer a una pintura antigua.
Lleva un chal de punto blanco,
camiseta sin mangas y vaqueros, con el pelo muy distinto a las fotos de
los paparazzis donde sale retozando en la arena de las playas hawaianas,
vestida con bikinis juveniles y diminutos.
Empieza preparándonos té antes de que,
educadamente le sugerimos que quizá no es el mejor uso del tiempo para
una entrevista. Pero ella es aun una chica ingenua, de una ciudad
pequeña, no acostumbrada a tratar con los medios.
Le pregunto a Lilly si tiene pensado
surfear o escalar árboles durante su estancia en Nueva Zelanda (su mote
en el set de rodaje es “Mono”), y se ríe resignadamente.
“Soy capaz de practicar deportes de
aventura, pero no me interesan. Se que los medios han hecho este retrato
de mi, que soy una mujer muy intensa que sólo le van los deportes
extremos, pero es sólo un montón de basura. Quiero decir que me encanta
escalar árboles, amo la naturaleza, surfeo y me gusta usar mi cuerpo.
Pero el 99% de mi tiempo libre lo paso leyendo, escribiendo, paseando y
me gustan las actividades tranquilas.”
Nacida en Canadá, en una devota
familia cristiana, la antigua vida de Lilly estaba muy lejos de ser
glamourosa y ostentosa. Se fue a Filipinas como misionera con 18 años y
vivió en una cabaña durante un tiempo. Luego de esta humilde época, a
Lilly la sacó de las calles de British Columbia un agente de la agencia
de modelos Ford Models y el resto, como dicen, es historia.
“Para mi, fue una de las mejores
experiencias de mi vida (el trabajar en Filipinas). Nunca he vuelto,
pero he visitado Ruanda, que era muy diferente, aunque a muchos niveles
muy similar. Es duro porque a menos que sienta que puedo comprometerme
con ese lugar y esa gente, no puedo afrontarlo otra vez. Irónicamente, y
probablemente sea algo natural, con 18 años, no estuve en ese lugar.”
Preguntada por si volverá a los
trabajos de caridad cuando la serie termine dice: “No, porque nunca he
parado. No es cuestión de volverlo a retomar. Llevo haciendo trabajos
humanitarios desde que tenía 14 años, y mientras trabajo en
televisión...nunca no ha sido parte mi vida.”
Lilly es famosa por tener los labios
sellados sobre su vida romántica, se la conoce por haber terminando
entrevistas cuando las preguntas se vuelven demasiado personales. De lo
que si que habla es de Lost, la aclamada serie sobre unos supervivientes
de un accidente de avión, perdidos en una misteriosa isla.
No está muy puesta en las grandes
teorías, “no me parecen tan interesantes como los personajes. Si es
sobre los personajes, por ejemplo, el episodio final de la tercera
temporada (donde vemos un flashforward que revela que su personaje ha
sobrevivido y salido de la isla), entonces ahí si tengo mis teorías.”
Admite que lo que más le interesa es
la relación entre Kate y Jack, en vez de cuando, donde o como escaparon
de la isla.
“No tengo teorías sobre los números,
cual es el misterio de la isla o el monstruo, no me importan. Podría ser
todo una alucinación y me parecería bien, mientras resuelvan las lineas
argumentales de los personajes. Para mi, ahí está el quid de la
cuestión.”
Lilly especula que en el flashforward
del final de la pasada temporada, hay algo “fuerte e intenso” entre
ellos dos.
“No se si eso viene por haber pasado
seis meses en una isla y nunca haber consumado esa pasión que tienen el
uno hacia el otro. O si viene de haberla consumado y haberla perdido, o
si viene de estar juntos y continuar con la relación desde la distancia.
Podría haber muchas posibilidades distintas.”
Si de otras series de televisión se
puede decir que los detalles sobre sus tramas están guardados bajo
llave, de Lost se podría decir que están guardados en una mazmorra
subterránea custodiada por dragones que escupen fuego. Los miembros del
reparto suelen recibir los guiones del episodio que van a rodar con 24
horas de antelación.
La cuarta temporada de Lost, una serie
conocida por sus giros de guión y una rabiosa base de fans de la ciencia
ficción, verá el retorno de Harold Perrineau y la salida de Dominic
Monaghan.
El personaje de Perrineau, Michael
Dawson fue visto por última vez abandonando la isla con su hijo al final
de la segunda temporada.
El personaje de Monaghan, Charlie
Pace, falleció ahogado al final de la tercera temporada para salvar a un
amigo. Si Lilly está triste por la marcha de Monaghan, lo esconde muy
bien. Ahora que la pareja ya no está junta, los rumores dicen que fue la
relación a distancia (ella en Hawaii y él ahora en Los Angeles) lo que
la acabó.
Los padres de Lilly son “Losties”, el
mote que reciben los fans de Lost.
“Cuando mi padre viene de visita,
siempre quiere leer todos los guiones porque normalmente van un poco
adelantados con lo que se ve en televisión. Y le dejo. ¡No se lo digo a
los productores porque me matarían! Cuando viene al set de rodaje le
digo ‘Mamá es la que habla, tu no sabes nada’.”
Lilly describe el secretismo que rodea
a los guiones como frustrante.
“Puede ser una de las mejores cosas de
todos los tiempos, porque te sumerges en tu trabajo espontáneamente y lo
que sale es visceral, es real y estás ahí en ese momento.”
“Otras veces es insufrible porque ha
habido veces en las que he leído algo y he pensado el porqué mi
personaje hace algo así, no entiendo esas decisiones, no quiero que sea
de ese modo.”
Los productores de Lost han dicho que
la serie tendrá tres temporadas más, acabando en 2010. Es algo inusual
en una serie tan popular el tener un final a la vista, pero Lilly cree
que es algo brillante.
“Queríamos una serie que sentara un
precedente en ese sentido, y es algo muy guay. Quiero decir que ¿cómo de
imposible es que empecemos con un principio ideal y tengamos un final
ideal?”
“Es como las relaciones, normalmente
al principio todo es ideal, pero luego va todo cuesta abajo.
Las series de televisión normalmente
se alargan hasta que son basura, pero nuestra serie recibirá toda la
atención en los próximos 48 episodios porque saben que se dirigen hacia
un final.”