Si no has visto las tres temporadas de Lost, lo que sigue
es una especie de campo de minas spoilers... así que tú mismo; de
hecho, la entradilla ya tiene unos cuantos...
Nadie, ni los más fieles seguidores de los spoilers de David, podía imaginar la importancia que iba a tener en Lost ese hombrecillo capturado por Rousseau a mediados de la segunda temporada. Por aquel entonces se hacía llamar Henry Gale. Fuimos descubriendo su verdadera personalidad, intuyéndola poco a poco, a medida que su juego psicológico, que destrozó especialmente a Locke, nos dejaba pistas: demasiada mala leche para un simple viajero en globo...
Así llegamos a la season-finale y comprobamos que en un metro y setenta y tres centímetros se puede condensar mucha autoridad y mucho cinismo. Yo todavía oigo las palabras "We are the good guys (somos los buenos)" que el aún conocido como Henry Gale le dijo a Michael antes de que éste dejara la isla junto a Walt.
Como el resto de los otros, esta última ha sido la temporada de Ben. Sin olvidar el principio de la segunda, que guardo en el cajón de mis mejores recuerdos lostianos, los primeros minutos de la tercera son magistrales, especialmente el momento ordeno y mando de Ben a Goodwin y Ethan.
El recorrido de Ben, como el de casi todos los grandes personajes de esta serie, ha sido cambiante. En poco tiempo hemos visto una sólida caracterización (lo que decíamos al principio: manipulador, inteligente...) que en ciertos momentos, sobre todo en los últimos episodios, se ha ido desmoronando de una manera muy creíble. Del Ben confiado y aterrador que veíamos en A tale of two cities amenazando a Kate pasamos rápidamente a un Ben maquinador pero descubierto (por primera vez, sin quererlo él) unos episodios más tarde, cuando Jack deduce que está enfermo. Y sin embargo, Ben redirige la situación para conseguir ser operado...
Largamente estuvimos esperando lo que era el siguiente paso natural en un personaje que cobraba fuerza por momentos: su primer flashback. Llegó muy tarde, cuando por ejemplo Juliet ya acumulaba dos, pero fue muy significativo. Nos demostró que Ben también miente, aspecto que ha negado con mucha fuerza en muchos momentos de la serie, ya que en realidad no es un nativo de la isla, sino que vino al mundo en las afueras de Portland... Gracias a ese flashback también supimos que "el artista antes conocido como Henry Gale" (así lo llamó Sawyer, quién si no...) mató involuntariamente a su madre y premeditadamente a su padre, vimos que cree en lo sobrenatural (aspecto confirmado al mismo tiempo en ese preciso capítulo por la visita a la cabaña de Jacob), deducimos que ama a la isla tanto como teme que John Locke se la quite y se nos dio campo libre para conjeturar sobre su trayectoria desde que decide matar a la iniciativa Dharma al completo hasta hoy, cuando es líder de los nativos con plenos poderes.
Lo último que sabemos de Ben es que está dispuesto a quitar de en medio a quien haga falta para lograr sus dos objetivos: controlar los problemas de fertilidad de su gente y proteger su territorio de la llegada de nuevos grupos. La tercera temporada nos ha perfilado con bastante precisión un personaje clave en la serie, quizá no un malo tan puro como tienen otras (T-Bag o Bellick en Prison Break, Sylar en Heroes...), pero sí el antagonista de "los buenos", por mucho que el propio Ben se intente colgar esa etiqueta (dejemos los dilemas morales aparte)
Pese a la evolución de la que hemos hablado, Benjamin Linus es seguramente uno de los personajes menos ambiguos de la serie, probablemente porque todos (o casi todos) los supervivientes del 815 sufren un cambio brutal al llegar a la isla, enfrentados como están a su pasado. Y el próximo día 31 vamos a recuperar a Ben en un momento interesante, un momento en que los tres grandes poderes (Jack, Locke y él mismo) están más firmes que nunca en sus posturas. El médico hará lo que sea por salir (ya sabemos que lo logrará...) y los otros dos por quedarse (¿también por impedir que salgan los demás?), de manera que se perfila una alianza Ben-Locke poco tiempo después de que aquél disparara a éste. Quizá no haga falta. Porque seguramente el rasgo más visible de Benjamin Linus, rasgo que no hemos mencionado hasta ahora, es que siempre guarda un as en la manga